Tenemos que repetir hasta el cansancio esta gran verdad, porque el usurpador tiene montado un aparato propagandístico, mediante el cual pretende eludir su exclusiva responsabilidad ante este desastre. Esta situación fue catalogada como una especie de apocalipsis
Pudiera decirse que es una repetición innecesaria identificar a Nicolás Maduro como el gran responsable de la catástrofe humanitaria que vive Venezuela en alimentación y salud, pero no es así. Hay que seguirlo repitiendo hasta la saciedad porque el usurpador tiene montado su aparato de propaganda para eludir su exclusiva responsabilidad en esta crisis que golpea inclementemente a toda la nación venezolana.
Aquí todos los que tienen menos recursos y aquellos que disponen de más posibilidades, sufrimos las consecuencias de la incompetencia de quienes han dirigido el país en estas dos décadas perdidas, iniciado el desastre con el precursor, Hugo Chávez, quien ya solamente no es más que un mal recuerdo para los venezolanos, sobre todo porque fue quien nos dejó a esta bestia apocalíptica de Nicolás Maduro, para que terminara de completar la faena destructiva del país que iniciara el tirano de Sabaneta de Barinas.
Tenemos que repetir hasta el cansancio esta gran verdad, porque el usurpador tiene montado un aparato propagandístico, mediante el cual pretende eludir su exclusiva responsabilidad ante este desastre. Es que no son capaces de asumir una sola de las culpas que tienen, ante el detrimento de los más elementales servicios públicos. Allí está el vivo ejemplo del desastre eléctrico que alcanzó su máxima efervescencia en el recién pasado mes de marzo, cuando Venezuela estuvo apagada.
Esta situación fue catalogada como una especie de apocalipsis, porque no solamente estábamos sin electricidad, sino que padecíamos de sed porque también hicieron colapsar el servicio de agua potable. Pues no reconoce el usurpador que fue su incompetencia la que originó tan lamentable evento porque este régimen descuidó las labores de mantenimiento del sector eléctrico, especialmente las plantas termoeléctricas de todo el país, y nada hicieron por aumentar la generación de energía eléctrica para satisfacer la creciente demanda de servicio y terminaron causando esta tragedia humana que todos conocemos y sufrimos.
El aparato de propaganda del usurpador, al mejor estilo del nazismo alemán, ha dicho y lo repiten a cada hora, que fue el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, y demás líderes opositores, quienes sabotearon cibernéticamente el sistema Guri. Ante un segundo apagón nacional, inventaron a un francotirador al mejor estilo del Súper Agente 007, James Bond, que se instaló en una lomita a escasos cien metros de los comandos de la represas del Guri para disparar contra la suichera y bla bla bla. Lo bueno de toda esta charada es que alguien lo vio, pero no los efectivos de la Fuerza Armada, Guardia Nacional, milancianos, y demás cuerpos de seguridad que vigilan esta estratégica instalación. Eso no se lo creyó nadie, pero insisten tercamente en promover su ramplona tesis del sabotaje.