
Hoy,
“Me siento excelente”, expresó entusiasmado monseñor Roberto Lückert, arzobispo de Coro. Adelantó que posiblemente regrese hoy a Falcón y retome sus labores arzobispales. “Todo depende de cómo salga en el Tilt Test, es el único examen que me falta”. Hoy, a las 10.00 de la mañana le harán la evaluación que indicará las variaciones de la presión arterial y del ritmo cardíaco, de acuerdo a la posición del cuerpo.
Monseñor contó que gracias a Dios halló todos los medicamentos que le recetó el cardiólogo y resaltó que salió “perfecto” en el electrocardiograma. “Mi susto es que no consiguieron los orígenes de lo que me pasó. Pero lo importante es que me dicen que estoy muy bien”. Los médicos le informaron que las fallas en su salud son propias de la vejez y admitió que su preocupación es que es una figura pública y en cualquier evento religioso, podría padecer otra descompensación.
El arzobispo ingresó a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de una clínica privada de Maracaibo el pasado miércoles por la tarde, a causa de un desmayo que sufrió durante la consulta con el médico. El sábado lo dieron de alta. El arzobispo de Coro explicó el domingo, a este rotativo, que el desvanecimiento se produjo, aparentemente, por un fármaco que le prescribió la cardióloga desde hace tres años para las afecciones del corazón. El medicamento, al paso del tiempo, le produjo bajas en la frecuencia cardíaca y reducción en el flujo de oxígeno al cerebro.