Istúriz
Es tan grave la situación de los altos jerarcas enchufados en el Gobierno, que cuando intentan “sacar las patas del barro”, se hunden más en el lodo.
La incapacidad, la ineficiencia y la corrupción son las cacareadas “tres raíces” de la tal “revolución”. Este cuadro se ha tornado en una elevada montaña de escollos, que a estas alturas será difícil que puedan escalarla. Para Venezuela sería un suicidio, que este régimen llegue a fin de año. Debe ser por eso que el pueblo está pidiendo a gritos la reconquista de Miraflores.
Es la petición que se escucha en las humillantes colas que ha generado la escasez de alimentos y de poder adquisitivo. Quienes disponen de recursos hacen sus compras en el mercado paralelo para el cual trabajan los “bachaqueros”. (Léase activistas bien tarifados de los “exportadores” de alimentos, que todos vemos menos el Gobierno).
Pues bien, frente a ese dantesco escenario, el aspirante a ser el primer tirano de la “dictadura del proletariado” en el mundo, junto a la sumatoria de incapacidades que lo rodea, lo único que se le ocurre -es imposible que el olmo produzca peras- es sustituir a los ministerios de economía, por una cadena de “motores” que tienden a fundirse antes de entrar en servicio. Tanto es así que el jefe de Aristóbulo, que sí podría saber prender motores a fuerza de manilla, le ha asignado tan difícil tarea al segundo de abordo. ¿Con qué mala intención?
Istúriz sabe mucho de educación y maneja a la perfección la maniobra y la táctica política. Pero de enmarañar motores, dudo mucho que haya aprendido algo. Sin embargo, sabe que los susodichos motores se podrían parapetear y arrancarlos frente a las pantallas de televisión, como ha ocurrido con todos los montajes de ese tipo que ha hecho el régimen. Y hasta allí se escuchará el ruido respectivo. El combustible indicado para esos motores es la mentira, y Aristóbulo tendrá que utilizarlo.
Próximamente explicaré lo que la lógica aconseja, con respecto al indigno papel encomendado a Istúriz, obligado como está a repetir las mentiras que se “fabrican” en el G2 cubano y, por supuesto, a defender lo indefendible. Son interesantes las especulaciones que tengo en la mano.