Muros ideológicos

Cada vez gana más adeptos la tesis de salir del Presidente de la República como solución a los graves problemas del país

Organizaciones multilaterales, académicas, económicas o políticas, y expertos independientes coinciden con Alejandro Werner, director del FMI para Latinoamérica, en que la economía venezolana está implosionando. Con los indicadores macroeconómicos por las nubes o en el subsuelo y sin posibilidad de acceder a divisas frescas, lo cual significa que no se pueden importar alimentos ni insumos para la industria, ya no caben más torpezas en el establecimiento de una política económica coherente, orientada a la solución de los graves problemas de la población, ni “peleas” distractoras con la AN. Hasta ahora, el régimen entrampado en su propia inercia político-ideológica, no ha aplicado medidas efectivas sino que malgasta el tiempo en diatribas propagandísticas que no conducen a nada. 

Contribuye a este clima de incertidumbre, cansancio e incredulidad, la desconfianza en la competencia de los ministros designados; sobre todo después de la declaración del vicepresidente, según la cual en el país el Socialismo no está en crisis “porque todavía no hemos comenzado a construirlo”. Entonces ¿de qué ha tratado de convencernos el oficialismo? Como dice Blanco Muñoz hay una “orfandad teórica, la sequía del pensamiento” por lo que tenemos que salir de los muros ideológicos impuestos por ese monumental fracaso denominado “socialismo del siglo XXI”. Enzo del Búfalo sostiene que “la economía no capitalista no ha sido inventada todavía”.

Cada vez gana más adeptos la tesis de salir del Presidente de la República como solución a los graves problemas del país, bien por una vía constitucional electoral o pidiéndole la renuncia al cargo. Si bien es una solución necesaria no lo es suficiente, porque hay otros poderes que sostienen al Gobierno, entre ellos la FAN que, sin tapujos, se ha declarado “socialista, chavista, revolucionaria e antiimperialista”, el Poder Judicial y las bandas armadas refugiadas en las comunas. Una situación compleja que podría generar una confrontación armada, ya solapada, porque la mayoría de la población saldría a la calle a drenar su descontento y desesperación, como lo hizo el 6-D-15. No hay soluciones mágicas e inmediatistas. 

Creo, como dice el analista político Alejandro Morillo, la AN debe constituir  un nuevo marco jurídico-institucional, “al tiempo que prepara un proceso constitucional para (…) dar por terminado (…) el actual régimen”.