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La agencia espacial estadounidense (NASA) lanzó a la atmósfera terrestre por segunda vez y con una semana de retraso el “platillo volador” que busca aumentar la capacidad de carga y probar tecnologías con las que algún día espera transportar a humanos a Marte.
El Desacelerador Supersónico de Baja Densidad (LDSD, por sus siglas en inglés), más conocido como “platillo volador” incluso dentro de la NASA, fue lanzado ayer a las 17:45 GMT desde la isla hawaiana de Kauai, adherido a un globo gigantesco, tras una semana de continuos retrasos debido al mal tiempo, según informó la NASA.
La prueba de este año estaba prevista para el 2 de junio, pero las olas del Pacífico eran demasiado altas a principios de la semana pasada y, cuando se calmaron, los fuertes vientos pasaron a ser la preocupación.
La misión tiene por objetivo desarrollar los sistemas necesarios para aumentar las cargas que pueden transportarse de manera segura a Marte, hasta ahora de una tonelada, a fin de que puedan llevarse ingenios más pesados y, eventualmente, humanos a la superficie de marte.
La NASA hizo la primera prueba del LDSD el 28 de junio del año pasado, un ensayo que concluyó con éxito cuando la enorme nave con forma de disco cayó en el lugar esperado en el Océano Pacífico.
Mark Adler, director del proyecto, informó que se han presupuestado 230 millones de dólares para desarrollar el sistema de descenso en los próximos tres años.
La NASA planea hacer próximamente más vuelos para seguir probando la resistencia del aparato.
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