Entre
Para los hablantes interesados en usar un español actualizado debe, necesariamente, ser de interés conocer los últimos americanismos aceptados e incorporados en la novísima XXIII edición del Diccionario de la Real Academia Española y que tienen, por lo tanto, a partir de ahora, valor y carácter oficiales.
Continuamos hoy esta revisión que iniciamos en la Notícula anterior:
Limpiavidrios: Se unen dos palabras españolas para formar una voz compuesta por yuxtaposición: Limpia, flexión del verbo limpiar (latín limpidare) y vidrio (latín vitreus). Ya teníamos en el repertorio hispánico limpiabarros, limpiabotas, limpiadientes, limpiaparabrisas, limpiaplumas y limpiauñas, términos formados de igual manera que el nuevo americanismo. Limpiavidrios designa: a los que limpian los cristales y al producto que se utiliza para hacerlo.
Guardavidas: Formada lo mismo que la anterior por la flexión de un verbo, guardar (del germánico wardon) y el sustantivo vida (latín vita). Se suma a la larga lista de voces compuestas con el término inicial guarda (57) y tiene por único significado “persona encargada de la seguridad de los bañistas”, lo cual la convierte en una homóloga exacta, en esta acepción, de la palabra polisémica salvavidas de larga data en nuestro idioma.
Kínder: Síncopa de la palabra alemana kindergarten (jardín de infancia). Esta voz tiene uso en toda Latinoamérica para indicar el inicio de la escolaridad de nuestros niños, antes de la escuela primaria.
Motoneta: Palabra hermana de motocicleta (francés motocyclette), pequeño automóvil con dos ruedas. Motoneta es una “motocicleta con ruedas pequeñas, que tiene una plataforma para apoyar los pies”.
Papichulo: Voz compuesta por yuxtaposición del diminutivo de papá (francés papa) y la palabra chulo (mozárabe súlo, latín schuolus), hermoso, bonito. En el lenguaje coloquial de México, Paraguay y Puerto Rico, papichulo es un “hombre que, por su atractivo físico, es objeto de deseo”, equivalente a lo que en Venezuela se llama papachongo.
Platicón: Aumentativo de plática (latín platica), conversación, charla. Entre los mexicanos y los centroamericanos, platicón, platicona, es una persona charlatana. Lo que en Venezuela (especialmente en el Zulia) se llama hablachenta.
En próximas Notículas seguiremos explicando estás nuevas palabras que han venido a engrosar nuestro léxico oficial.