domingo, diciembre 15, 2024
InicioOEA: Aplicaci...

OEA: Aplicación de sanciones diplomáticas  

-

La solicitud de sanciones para serle aplicadas a cualquier Estado “mala conducta”, le corresponde hacerla a cualquier Estado miembro o al mismo secretario general

Ante la abierta ruptura del orden democrático y las distintas alteraciones del orden constitucional que afecta gravemente a la democracia como sistema en Venezuela, todo por obra de la política errática del difunto caudillo y de la dupla Maduro-Cabello, nuestro país lamentablemente devenido ahora en colonia de los hermanos Castro, califica para serle aplicada la sanción que prevé la Carta Democrática Interamericana en sus artículos 19, 20 y 21.

El artículo 19 estatuye que mientras persista en un país miembro la ruptura del orden democrático o la alteración del orden constitucional, ello constituye un serio obstáculo insuperable para la participación de su gobierno en las sesiones de la asamblea general, de la reunión de consulta, de los consejos de la organización y de las conferencias especializadas, de las comisiones, grupos de trabajo y demás órganos de la organización. En pocas palabras, Venezuela y su Gobierno bolivariano revolucionario podrán ser suspendidos como miembro de la Organización de Estados Americanos. Esto es un verdadero rayón internacional, una vergüenza del tamaño de la cordillera andina, una humillación sin precedentes, tal como le ocurrió a Cuba a comienzo de la década de los años 60.

La solicitud de sanciones para serle aplicadas a cualquier Estado “mala conducta”, le corresponde hacerla a cualquier Estado miembro o al mismo secretario general.

Pero en este caso hay un problema: Venezuela tiene comprados (bozal de arepas) a casi 20 de los 35 miembros que conforman la organización, a quienes se les regala petróleo y el dinero que tanta falta le hace ahora a los venezolanos, a sus hospitales, medicamentos, comida, enfermos y niños. Esos países que reciben petróleo gratis y dádivas a granel del dinero de los venezolanos, no irán a apoyar la solicitud de sanciones contra el dictador Maduro, aún cuando el mismo secretario general, Luis Almagro, sea quien lo pida. A diferencia de los tiempos del cerdo chileno Miguel Insulza (con el perdón del gentilicio chileno) ahora en la OEA los asuntos se manejan de manera más objetiva.

La cuestión que nos incumbe como venezolanos, es que, independientemente de si Venezuela sea o no finalmente suspendida como país miembro de la OEA, el solo hecho de que se hable del asunto por todos los medios de noticias internacionales, es algo muy grave que deja mal parado a todo compatriota serio, un  escándalo mayúsculo que afecta la imagen del  país, de esa “patria” que el oficialismo dice tener, pero que la ha destruido y convertido en “polvo cósmico”, arruinada económica y moralmente, ocupando en el mundo los últimos lugares en virtudes y el primero en corruptelas y delitos.

Visited 2 times, 1 visit(s) today
- Publicidad -

Lo Más Leido