
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Cansadas y decididas a tomar la justicia por sus manos, las madres del sector Manzana de Oro decidieron trancar la avenida La Limpia como medida de protesta, ellas querían llamar la atención de los organismos de seguridad para que atiendan “el boche” que le tiene un grupo de delincuentes de la zona que han dejado a sus niños sin útiles, sin aires acondicionados, sin filtros de agua y sin comida.
La escuela básica Carlos Luis Lubo, se quedó por octava vez “en cuatro bloques” por las manos inescrupulosas de la delincuencia. Al menos 150 niños no pudieron cerrar su proyecto escolar, ni siquiera saben si continuarán sus actividades en la escuela que los ha visto crecer.
Laura Carrullo, directora del plantel, contabilizó sentada en un banquito de madera, que hasta la madrugada de este martes el hampa se ha llevado 12 aires acondicionados, nueve microscopios, 25 latas de zinc, 12 candados y lo más crucial dos pipotes que tenían comida para los niños, además de ventiladores, filtros de agua y una cantidad importante de útiles escolares que los representantes estaban juntando poco a poco para el próximo año escolar.
Las madres llenas de indignación tomaron el plantel luego de que seis efectivos de la Policía regional impidieran que cerrarán la avenida La Limpia, una de las maestras le pidió al supervisor agregado, Luis González, que recorriera la escuela para que levantaran un informe, “nosotros necesitamos que ustedes nos cuiden porque muchas veces los obreros llegan tempranito al plantel y han visto a los malandros robando en plena luz del día”. Increíblemente el oficial respondió: “Si no quieren que los roben paguen un vigilante”. La ofensa fue tal que una de las cocineras respondió: “Cuando matemos a un malandro de esos vienen a llevarnos presas, porque ya no vamos a aguantar más”.
¿Alimentación escolar?
Unos cuantos fideos aún reposaban en la entrada del plantel luego de que después de nueve meses el Programa de Alimentación Escolar del Zulia (Paez) “surtiera” la escuela con los productos para alimentar a los niños. Indignado, Deiny Urdaneta, presidente de la asociación de vecinos, mostró ante nuestro lente “las verduras podridas” que dejó el programa, acompañado de seis pollos, 10 papas, seis zanahorias, tres kilos de pasta destapada, unos tomates y tres piñas pequeñas que deben alcanzar para los 150 pequeños que cursan su primaria ahí.
Los niños deben terminar sus actividades escolares para el 29 de julio, pero ante la precaria situación del plantel la dirección ve difícil retomar las actividades, temen que los malandros entren a robar mientras los niños ven clase. Para el próximo 15 de octubre deberían volver al nuevo año escolar, esto depende de la atención que los cuerpos de seguridad puedan brindar a la institución.
Deserción escolar
Las fallas en la distribución de alimentos y los constantes robos han ocasionado que durante este año escolar la matrícula de la escuela bajara un 40 por ciento. Los padres y representantes hicieron un llamado al Gobierno nacional para que el programa de alimentación cumpla con el deber ser, ya que es la alimentación de niños la que está en juego.