La emigración de expertos en áreas de trabajo, como la cuadrilla de atención antiderrames, no permite solución de eventos de riesgo petrolero
La estatal petrolera PDVSA tiene un récord de un derrame de crudo mensual desde el 2017 hasta este año. Se reportó desgaste de las tuberías, las válvulas y llaves, esto ha causado manchas de petróleo en la tierra por corrosión. Tampoco se evalúan las fisuras de las líneas para detectar posibles fallas.
El 90 por ciento de las tuberías de Petróleos de Venezuela peligra por filtraciones, escapes y la falta mantenimiento correctivo.
La causa del éxodo de trabajadores radica en la deficiencia de condiciones laborales y salariales. José Bodas, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, denunció que desde hace siete años no se realiza mantenimiento a los oleoductos transportadores de hidrocarburos.
“Todo esto explica el aumento de los derrames. El año pasado se reportaba uno mensual, en lo que va de año se registran tres”, recalcó Bodas.
Las empresas contratistas de saneamiento no alquilan a PDVSA sus excabadoras, camiones de volteo para succionar el crudo por los retrasos de pago. Según Alejandro Álvarez, biólogo y coordinador de la Coalición Clima 21, la falta de transparencia en la información de la empresa petrolera no permite a los especialistas ambientales medir el alcance de los accidentes.
Álvarez denunció que, “este fin de semana se reportó en las redes sociales la ocurrencia de un derrame en el río Morichal (Monagas). Aún PDVSA no ha declarado sobre el asunto”.