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El primer grito de justicia laboral saltó del Movimiento Laborista que invocó a la nueva Asamblea Nacional, tras las elecciones del 6-D en la que la oposición logró la mayoría, a comprometerse a retornar la tranquilidad a los trabajadores. Froilán Barrios, secretario general del ML, pidió enfocarse en "temas prioritarios" dentro de los conflictos que tiene el país.
Los comicios abonaron escenarios "que van a influir positivamente en las aspiraciones de los trabajadores venezolanos". A la mayoría parlamentaria para el período 2016-2021 instó centrarse en una "amnistía laboral" en la que 22 mil trabajadores despedidos de PDVSA en 2002 reciban sus prestaciones sociales, fideicomisos y pago de los ahorros que les fueron "robados" por sumarse a un paro cívico.
"También tiene que comprender integrar a los 10 mil trabajadores que fueron despedidos por el referendo revocatorio en 2004, que retiraron de las gobernaciones, alcaldías, ministerios e institutos autónomos simplemente por haber firmado. Y en tercer lugar sea abolida, destruida la lista Tascón para llegar a la paz laboral", señaló Barrios.
El dirigente solicitó al Parlamento -a juramentarse el 5 de enero de 2016- trabajar y promulgar una ley de seguridad social. "Abocarse a lo que no hizo la Asamblea de 2000, ni la de 2005 y 2010, que es la Ley de Pensiones y Salud". Y una reforma del tema económico que "rescate el poder adquisitivo de los trabajadores, y una política de empleo que pasa por reactivar la economía y la reindustrialización en el país".
Apenas se instale la AN asegurar los medios para una libertad sindical y el aseguramiento que se discutan los contratos colectivos pendientes en el sector público porque las decisiones oficiales en materia laboral se tiñen de medidas políticas más que reconocimiento de derecho del trabajador.