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La International Police Science Association (IPSA), es una organización sin fines de lucro que fue fundada en el 2013. Con sede en los Estados Unidos y con miembros en diversas partes del mundo, se dedica a difundir información sobre aspectos científicos, académicos y operativos de los cuerpos policiales, a fin de mejorar la calidad de gestión de estas organizaciones de seguridad. A la IPSA pertenecen no solo funcionarios policiales, sino jueces, académicos, investigadores, docentes, políticos y expertos de diversas disciplinas.
Esta organización en alianza con el Institute for Economics and Peace (IEP), publicaron el World Internal Security & Police Index 2016. Esta primera edición del Índice de Policías y Seguridad Interna, mide las capacidades de los cuerpos policiales, para hacer frente a los problemas de seguridad.
Los resultados del estudio, corresponden al análisis de la información recabada en 127 países, a través de cuatro dominios: capacidades, procesos, legitimidad y resultados. Así mismo, se analiza como estos dominios se relacionan entre sí. El informe permite hacer un seguimiento a través del tiempo, así como servir de fuente de información para investigadores, cuerpos policiales, docentes u otros dedicados al estudio de la seguridad, la paz, la criminología y los conflictos entre otros.
Los dominios se fundamentan en dieciséis indicadores entre los que se encuentran corrupción, hacinamiento carcelario, número de fuerzas policiales armadas, respeto a los derechos humanos, percepción de seguridad por parte de los ciudadanos, uso de las fuerzas públicas con fines privados, número de crímenes violentos y número de homicidios intencionales, entre otros.
A nivel mundial y sobre los 127 países, los cinco primeros con mejores resultados fueron en ese orden Singapur, Finlandia, Dinamarca, Austria y Alemania. Los que ocuparon los cinco últimos lugares fueron, mencionados desde la última posición: Nigeria, República Democrática del Congo, Kenia, Uganda y Paquistán.
Respecto a los países latinoamericanos las mejores calificaciones son las de Uruguay (35), Chile (43), Jamaica (65), Trinidad y Tobago (67) y Panamá (73). Los países de nuestra región al final de la lista son Venezuela (119), México (118), Honduras (116), Bolivia (114) y Paraguay (113).
Cabe destacar que las fuentes de información que permitieron elaborar esta clasificación, son organizaciones y estudios mundialmente respetados y reconocidos tales como el World Justice Project, Small Arms Survey, UNODC – Crime Trends Survey, Gallup World Poll o el Global Terrorism Index.
Respecto a los resultados algunos de los comentarios generales, son los siguientes:
América del Norte y Europa fueron las dos regiones con el mejor promedio. África Sub Sahariana tiene la peor puntuación seguida de Sur Asia, América Central y el Caribe.
El terrorismo sigue siendo una de las mayores amenazas para la seguridad interna. Se ha incrementado dramáticamente en los últimos tres años, con más de 62.000 personas muertas en ataques terroristas entre 2012 y 2014. El mayor aumento durante el pasado año se produjo en Nigeria, irónicamente el país de peor desempeño en el estudio.
En general los países donde el sistema de gobierno es una democracia plena, obtuvieron los mejores resultados, seguidos por aquellos donde la democracia se ejerce con oportunidades de mejora identificada e importante.
La tendencia en los últimos 50 años ha sido el incremento en la asignación de recursos destinados a las policías y a los sistemas de justicia criminal. Por ejemplo, en los Estados Unidos el PIB per cápita aumentó el 191% de 1961 al 2015. Durante el mismo período, el gasto público en policías locales, estatales y federales aumentó en un 484%.
La corrupción ha ido aumentando en todo el mundo en las últimas dos décadas. En muchos países, el pago de sobornos a la policía sigue siendo una práctica común. El índice promedio para el pago de sobornos a los funcionarios fue de 30%, con más de 50% de encuestados que reconocieron haber pagado un soborno a la policía en 33 de los 127 países incluidos en el ranking.
La región latinoamericana está reconocida por diversos estudios como la más violenta del mundo. Cuando se analiza a fondo un factor clave como lo es las fuerzas policiales, los resultados no son alentadores. Está en manos de los Estados hacer demostraciones palpables de voluntad política, en pro de la mejora de los indicadores. No es tarde, pero debe actuarse lo antes posible. Mientras tanto, la violencia sigue cobrando víctimas.