Por una Asamblea Nacional decente

El 6-D los venezolanos escogeremos una nueva AN que no esté sometida a Miraflores como lo ha estado durante los mandatos de Chávez y Maduro

 

Lo sucedido en Argentina, con la derrota del candidato de la presidenta Cristina Fernández, por el opositor Mauricio Macri, es una muestra pequeña de lo que va a ocurrir en Venezuela el  6-D en las elecciones parlamentarias para escoger los nuevos diputados de la AN de Venezuela.

Y decimos que es una pequeña muestra porque el vencedor de las elecciones argentinas llega al día de las comicios con una ventaja de unos ocho puntos porcentuales en las distintas encuestas de opinión, y ese fue el resultado más o menos expresado en las urnas. 

Ahora, imaginemos la derrota que van a sufrir los candidatos de Maduro en las elecciones del 6-D cuando todos los registros de opinión pública, hasta los de Hinterlaces, dan a los candidatos de la MUD una ventaja porcentual de 25 puntos por encima de los oficialistas. Ellos saben que están derrotados, pero lógicamente no lo van a admitir a gritos, y se entiende que declaren sobre un triunfo del oficialismo para que la poca gente que los apoya no entre en desbandada.

Lo que no se justifica es que el Presidente de la República convoque a desconocer el triunfo de la oposición lanzándose a la calle con un presunto pueblo que lo va a derrotar ese día. Y menos aún se justifica que esa Fiscal  no haya salido a acusar a Maduro por incitación al desorden y al desconocimiento de la voluntad popular y de la  Constitución. Lo cierto es que el 6-D los venezolanos escogeremos una nueva Asamblea Nacional que no esté sometida a  Miraflores como lo ha estado durante los mandatos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. Una AN que cumpla con su rol constitucional  de institución soberana e independiente. 

Una AN que no entregue sus facultades de legislar al Presidente de la República. Una AN donde el presidente del Parlamento no le quite a los opositores el derecho de palabra porque le viene en gana cada vez que le salga del bolsillo de atrás como ha sucedido en estos dos últimos años, donde la directiva no se confabule para que a una diputada, la más votada, como es el caso de María Corina Machado, una “machona” se incorpore y le entre a patadas y le parta el tabique nasal, y de ñapa le quiten su diputación. Una AN donde no le partan la cabeza a un diputado con un objeto contundente, como le sucedió a William Dávila, quien fue visto por el país y por el mundo con su cara ensangrentada partiendo a un centro hospitalario. Vamos a votar por una AN decente.

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