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La ONU expresó hoy preocupación por la tensión que reina en la frontera entre Colombia y Venezuela, y las informaciones que ha recibido “sobre violaciones de derechos humanos ocurridas en el proceso de deportación de colombianos”.
“También estamos inquietos por la declaración del estado de emergencia en seis municipios fronterizos del estado de Táchira (Venezuela)”, dijo la portavoz de la Oficina de la ONU para Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, en una comparecencia ante la prensa.
“Pedimos a las autoridades de ambos países que garanticen que la situación será resuelta a través del diálogo y de una discusión calmada, en base a sus obligaciones bajo las normas internacionales de derechos humanos y de refugiados”, agregó.
El Gobierno venezolano ordenó recientemente la deportación de colombianos por residir ilegalmente en la zona fronteriza de su territorio y, posteriormente, dispuso el cierre del principal cruce con su vecino.
La medida ha sido justificada por Caracas como parte de una campaña contra el contrabando y la supuesta actividad paramilitar.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) precisó hoy que hasta el pasado día 19, cuando se cerró el puente internacional que comunica las ciudades de Cúcuta (Colombia) y San Antonio del Táchira (Venezuela), 1.097 personas fueron deportadas.
Adicionalmente, “cientos de colombianos han huido de Venezuela para evitar la deportación, cruzando el río que marca el límite con Colombia para “evitar” el cruce formal de la frontera, señaló el portavoz de la OIM en Ginebra, Joel Millman.
La OIM precisó que está ayudando a 900 deportados para registrarse en cuatro centros de cobijo temporal y facilitando el transporte de aquellos que quieren viajar a otras regiones de Colombia.
Organismos de ayuda de la ONU cifran en 2.000 el número de colombianos que abandonaron Venezuela voluntariamente desde que estalló esta crisis.
Shamdasani dijo que la ONU pide el respeto total de los derechos humanos de todos los afectados, en particular cuando se trate de deportados, y señaló que hará un seguimiento de lo que suceda.
Asimismo, ofreció la colaboración y el consejo de su organismo para las autoridades de ambos países.
Por su parte, la portavoz de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Melissa Fleming, dijo que este organismo también está preocupado por la situación y que tiene a personal desplegado en la frontera entre Colombia y Venezuela.
“Hemos intervenido en representación de personas que son refugiadas y conseguido negociar con éxito que no sean deportadas”, indicó.