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“Nos han quitado tanto, que acabaron quitándonos el miedo”. Anónimo
Casi llegamos a la mitad del año y mientras muchos países están construyendo futuro, nosotros estamos en una lucha por nuestra “libertad”; libertad real, donde puedo comprar, hacer y decir lo que quiero sin hacerle daño, ni faltarle el respeto a nadie, no donde me condicionan a ver, escuchar, leer y comprar lo que los políticos dicen y quieren.
Han caído durante estos días 50 personas, las protestan siguen, debemos seguir el ejemplo que Caracas está dando, manteniendo como dice Luis Vicente León la protesta pacífica que mella al Gobierno y no la violenta que es pólvora para los colectivos. Vemos a los gochos luchando y protestando, diciendo No a la represión, Sí a elecciones, Sí a un mejor país, Sí a la sociedad.
Mi mamá me llama preocupada cuando me quedo en la oficina hasta tarde, diciendo que las calles están peligrosas y debo recogerme temprano, el trabajador de a pie, se molesta porque no encuentra transporte público, el estudiante no logra llegar a la universidad, las noticias son cada vez más catastróficas, las cadenas falsas se hacen eco, ¿qué nos da esto como resultado?. Que el miedo crezca, y las personas continúen quedándose en silencio, soportando calladas y que el miedo compre su libertad.
¿El miedo nos detiene o nos hace correr? …Muchas veces nos paraliza y quedamos mudos; el miedo muchas veces está basado, en situaciones irreales que no han pasado, pero existen hoy cosas que jamás pensamos podrían ocurrir y están ocurriendo; el Gobierno está jugando a fomentar el miedo como arma principal, para evitar que la población diga lo que cree y siente.
Un mensaje claro es que el miedo puede hacer que perdamos el país, o el miedo perdido puede hacer que alcemos nuestra voz de fuerza y libertad para exigir lo que constitucionalmente como derecho nos toca, ¡un país mejor! No todos nos podemos ir, no todos nos podemos mudar, pero todos sí podemos construir.