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Dos grandes interrogantes ¿Qué viene para el Gobierno? y ¿Qué viene para la oposición? Sin lugar a dudas, ambas son las grandes expectativas, veamos:
Al Gobierno no le queda más opción que cambiar dramáticamente el karma país dejado por Chávez y recetado en su trágico Plan de la Patria. El rotundo fracaso de una supuesta “constituyente” ignorada por la comunidad internacional influyente, que quedó solo para solapar funciones que las demás instituciones públicas secuestradas ya tenían, ello habla de la precariedad del Gobierno, económicamente asfixiado por errores cometidos y la terquedad de un proyecto obsoleto, arcaico… inhumano.
El gran problema del Gobierno es generar confianza, por tal motivo obliga desesperadamente a la oposición a sentarse, a reconocerlo a través de un diálogo forzado. Sin embargo, ello es solo la punta del iceberg; los cuatro gobernadores humillados en nada mejoró la situación del régimen, no genera la insustituible confianza necesaria para atraer inversionistas y permitir financiamientos internacionales, indispensables para arrancar al país, para superar al atraso que el chavismo ha condenado a la otrora Venezuela receptáculo de inmigración.
El Gobierno debe cambiar su receta de suicidio colectivo, otra interrogante, más allá de su voluntad de hacerlo (no parece tenerla), es ver sí podrá generar esa confianza… todo indica que es muy difícil.
Por el lado opositor, el panorama tampoco es alentador, si bien es cierto el Gobierno le ha jugado sucio, con diálogos entrampados y una desinstitucionalización inquisidora, ella también sufre las consecuencias de sus propios errores. Consideramos que debe arrancar olvidándose de la visión de una nueva unidad partidista y debe incorporar en sus filas a todos los sectores del país. ¿Lo hará?
En segundo lugar, debe refrescar su line up, abrir espacios a nuevas caras, nuevas figuras, aferrarse a la observación internacional a fin de fomentar niveles de presión para iniciar los urgidos cambios que requiere la nación. A lo interno los venezolanos estamos solos, pueblo contra un gobierno amo y señor de todas las manifestaciones violentas imaginables, violencia que legaliza a través de sus instituciones “rojas rojitas”.
¿Qué viene? Contrario a lo que muchos piensan, lo que viene no depende de un gobierno cobarde, escondido en la manu militari, ni de una oposición “negociadora”… lo que viene depende de lo que el pueblo permita o deje de permitir