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El director estadounidense Quentin Tarantino imprimió sus huellas en cemento para inmortalizar su figura en la entrada del Teatro Chino de Hollywood en Los Ángeles, en Estados Unidos.
La ceremonia sucedió pocas semanas después de que el realizador de “Pulp Fiction” o “Inglourious Bastards”, y que acaba de estrenar en los cines el western “The Hateful Eight”, también recibiera su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
“Quise poner las huellas de mis manos y mis pies en el teatro chino desde mucho antes de tener una carrera (en el cine), así que esto es algo que he deseado toda mi vida”, dijo con orgullo el director, de 52 años.
Con cazadora de cuero, camisa blanca y pantalón negro, Quentin Tarantino acudió al acto acompañado de amigos como los actores Tim Roth, Channing Tatum o Christopher Waltz, quien además fue el encargado de presentar al director en su homenaje.
Entre chistes, bromas y recuerdos, Quentin Tarantino dijo en su discurso que sus huellas favoritas de entre todos los artistas honrados en el Teatro Chino son las del actor y cantante Roy Rogers, que en su condición de estrella de las películas del salvaje oeste incluyó en su placa de cemento las herraduras de su caballo y la silueta de una de sus pistolas.
El cineasta ganó premios Oscar al Mejor guión por “Pulp fiction” (1995) y Django unchained
Desde que comenzó su andadura en 1927, el Teatro Chino es uno de los cines más conocidos e icónicos de Hollywood y en su entrada tiene grabados en cemento los nombres y las huellas de pies y manos de estrellas del séptimo arte como Charles Chaplin, Humphrey Bogart, Marilyn Monroe o Robert de Niro.