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El Real Madrid vuelve al ruedo. Los dirigidos por Zinedine Zidane ya dejaron el festejo del nuevo título de campeones del mundo para recibir al Sevilla, de Jorge Sampaoli. En el Santiago Bernabéu, a las 4.15 de la tarde, el cuadro merengue reanuda su paso por la Copa del Rey, en la ida de octavos de final, sin su mayor figura: Cristiano Ronaldo.
El equipo madrileño llega a la fecha, día en el que cumple un año de la llegada del técnico francés, con una racha impecable, que los tiene a dos partidos de igualar el récord de Luis Enrique de 39 encuentros invicto y varias bajas importantes. Sin "CR7", que se quedó fuera de la convocatoria con la idea de rotar la oncena, y los lesionados Gareth Bale, y ahora Sergio Ramos, con molestias musculares tras forzar en la final de Yokohama y Pepe, lesión en un gemelo.
"Veo a un rival competitivo, muy bueno y con confianza. Va a ser un partido complicado para nosotros y espero que para ellos también. Va a ser un buen encuentro y lo que queremos es estar preparados para competir fuerte", declaró Zidane, en rueda de prensa, mientras analizaba su año en la casa blanca, señalando que se siente "bien con mi trabajo, pero queda mucho (...). Estoy contento con lo que hemos ganado, no lo esperaba, pero hay que seguir".
Por su parte, los dirigidos por el estratega gaucho, que marcha tercero en la liga, y llegó a octavos, al igual que el Madrid con Cultural Leonesa, con goleadas (5-1 y 9-1) ante Formentera, en la fase pasada, y a pesar de que no llegan como favoritos, el elenco sevillista vuelve a contar con jugadores que acabaron el año pasado con problemas físicos, como el lateral derecho brasileño Mariano Ferreira, el lateral izquierdo Sergio Escudero o el central argentino Nico Pareja.
Así, el Sevilla pisará el Bernabéu con todo el peso con el que cuenta, frente a una oncena blanca que, a pesar de ser favorita en el compromiso, busca rotar para evitar errores del pasado y poder pelear las tres competiciones que disputa.