Álvaro Montiel, de 23 años, salió el viernes a las 4.00 de la tarde, en su bicicleta, del sector La Ensenada, en La Cañada de Urdaneta. Pasaría la tarde con su novia que reside en el parcelamiento La Estrella. Nunca llegó
Álvaro Montiel, de 23 años, salió el viernes a las 4.00 de la tarde, en su bicicleta, del sector La Ensenada, en La Cañada de Urdaneta. Pasaría la tarde con su novia que reside en el parcelamiento La Estrella. Nunca llegó.
El padre y la hermana llegaron ayer, sin esperanzas a la morgue forense. Describieron al muchacho y lo que llevaba puesto a uno de los detectives en la puerta. Las características coincidían con uno de los dos cuerpos que los moradores del sector Hato Viejo, hallaron el pasado sábado en la mañana en el botadero de basura del municipio San Francisco.
Uno de los funcionarios tenía un periódico en las manos. La mujer reconoció la foto de su hermano en la primera página y el llanto la ahogó. El padre ingresó a la morgue para el reconocimiento. Luego de 10 minutos salió, el semblante en su rostro certificaba la muerte del menor de sus siete hijos. Mantuvo la calma y ayudó a la hija a caminar, mientras le repetía que se calmara.
“Papito lindo por qué te me fuiste así”, repetía la joven. Incrédula, buscaba en su mente una explicación. Vociferaba sus hipótesis, pero ninguna representaba para ella una explicación.
“Nos preocupamos porque no regresó el viernes”, dijo el padre. Iniciaron una búsqueda, llegaron al sector donde vive la novia y nadie lo vio llegar ese día. La preocupación aumentó el sábado en la tarde, luego de preguntar en hospitales y comandancias. Lo que hizo que se acercaran a la morgue y allí lo encontraron en una bandeja de metal. Con una herida de bala en la cabeza.
Los familiares están extrañados de lo lejos que quedó su cuerpo del sitio al que iba, presumen que sería para robarlo. La bicicleta y su celular no estaban en el lugar del crimen. Aunque los funcionarios aún no descartan ningún móvil.
Montiel trabajaba como camaronero junto a su padre, lo describieron como un muchacho alegre. “No tenía problemas con nadie”. Se iban a dirigir a la sede de la Policía científica, en La Cañada, para esclarecer lo sucedido y poder tramitar los permisos para su funeral.
Sin identificación
El segundo cadáver hallado a un kilómetro de distancia el pasado sábado, en estado descomposición, aún no ha sido reclamado. El hombre de unos 30 años, tez morena, y contextura obesa vestía un short azul, franela blanca que le rodeaba el cuello, sin zapatos. Los detectives recolectaron en la escena los bloques que usaron para asesinarlo.
enero 12, 2025 - 2:59 pm
