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Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), preparaba ayer una visita clave para la crisis fronteriza entre Colombia y Venezuela cuando se cumplen 100 días de su mandato al frente del organismo continental.
Almagro hará hoy un paréntesis de un día en la visita que tenía programada este fin de semana en México para desplazarse a Cúcuta, fronteriza con Venezuela, y conocer de primera mano la situación de los deportados, explicaron a EFE fuentes cercanas al secretario general.
Está previsto que Almagro hable desde Cúcuta, una imagen en la que Bogotá tiene puestas muchas esperanzas después del revés diplomático sufrido este lunes cuando se quedó a un voto de lograr que la OEA convocara una reunión de cancilleres de los 34 países miembros sobre esta crisis.
Lo que diga el secretario general en Cúcuta podría ser su pronunciamiento más contundente sobre una crisis en la que, fiel a su estilo, ha preferido responder con hechos más que con palabras.
Tras limitarse a llamar al diálogo bilateral durante varios días, Almagro dio este miércoles un paso adelante que sorprendió a muchos al "hacer suyo" el rotundo comunicado que emitió la Comisión Interamericana de Derechos Humanos el 27 de agosto.