Obviamente,
Haciendo gala de discapacidad, Maduro, ante su derrota del 06-12-15, vociferó afirmando que “el voto había sido contra la revolución”; quizás él no midió el contenido de su expresión, pero hecho más cierto que ese no hay, porque esa fue la intención del voto, dar al traste con este bodrio indigesto, suma de todas las violaciones constitucionales, corruptelas, mezcla de fascismo, comunismo y cualquier “ismo” negativo que pueda concebirse.
Es por lo tanto inocultable, que al votar una aplastante mayoría contra esa llamada revolución, devenida en totalitarismo, se hizo y consumó una aspiración de poner en el contexto del país, la vigencia total del estado de derecho como manifestación práctica de los principios consagrados en la Carta Magna. Y obviamente, con la representación popular llevada a la Asamblea Nacional, se tendrá que analizar y legislar sobre temas muy relevantes.
Se deberá analizar en forma inmediata y dar a conocer todos los tratados, convenios y demás actos que el Ejecutivo nacional ha suscrito con China, Rusia, Irán, Cuba, Bielorrusia, Bolivia, Argentina, Ecuador, Brasil, Nicaragua y otros países. Examinar el estado actual y qué contenido afecta o beneficia al país. Examinar y derogar leyes que atentan contra la Constitución (por ejemplo la Ley de las Comunas), entre otras aberraciones legislativas; restituir la libertad de expresión con una ley que modifique la llamada Ley Resorte, etc.
En forma rápida recomponer el sistema de justicia, incluyendo la designación de Magistrados del TSJ y demás funcionarios, hecho que en forma ligera ha llevado al máximo Tribunal a personas que no son lo suficientemente aptas para sus respectivos cargos. ¿Qué hacer con la Fiscalía General de la República, Contraloría, etc.? Urge poner en vigencia la función contralora de la Asamblea Nacional.
Enfrentar una reforma del Poder Judicial, es el paso más urgente y trascendental con el cual debe iniciar la Asamblea Nacional sus nuevas tareas. Sin un sistema de justicia idóneo e imparcial no tenemos salida, por el contrario este triunfo sería una victoria pírrica y pasajera y garantizaría la impunidad de todos los delitos que se han cometido y cometen en este régimen. ¡Es ahora o nunca!