El taxista venezolano Deivis Agüero, quien fue víctima de un acto de xenofobia mientras trabajaba en Chile, firmó un acuerdo de justicia restaurativa ante una notaría con la joven Constanza Ruiz Bastén, responsable del ataque, según informó este viernes el abogado Braulio Jatar.
El incidente se hizo viral el pasado 14 de noviembre, cuando se divulgó el video que mostraba a Ruiz Bastén amenazando a Agüero por su nacionalidad, agrediéndolo físicamente, acusándolo sin motivo de acoso sexual y de ser parte de la banda criminal Tren de Aragua.
“Las partes manifiestan que este caso debe ser entendido como un ejemplo que inspire el entendimiento mutuo. Este acuerdo busca contribuir a que, en Chile, nacionales y extranjeros encuentren un entorno libre de violencia, ya sea física, psíquica, verbal o de cualquier índole, sin importar la nacionalidad que ostente una persona”, precisa el comunicado citado por Crónicas de Chile.
Braulio Jatar, abogado especializado en migración, aseguró desde un principio que lo que se buscaba no era la justicia punitiva, sino restaurativa. “Buscaremos hacer un contacto de inmediato con la dama para reconciliarnos, acordar y avanzar”.
Además, TC Abogados, la defensa de Agüero, subrayó la importancia del acuerdo como un avance en la lucha contra la xenofobia, enfatizando el compromiso de promover valores de unidad y respeto en Chile.
Disculpa pública
El acuerdo reconoce la responsabilidad de la joven en el incidente, que incluyó disculpas públicas y un compromiso de tratamiento, aunque no implica el retiro de la denuncia presentada ante la Policía de Chile.
En una entrevista, Constanza explicó que el altercado ocurrió en un día de gran estrés para ella, ya que había defendido su tesis y se sintió presionada.
Aseguró que la discusión comenzó cuando el taxista le pidió que se sentara adelante en el automóvil.
Ofreció disculpas públicas, no solo a Deivis Agüero, sino a la comunidad venezolana y chilena en general. Explicó que no es una mala persona y reconoció que su reacción fue producto de una mala gestión de sus emociones en un momento de tensión.
“De todo corazón, les pido disculpas al pueblo chileno y al pueblo venezolano, esto no volverá a pasar”, expresó, pidiendo también que se detuvieran los mensajes de odio dirigidos a ella y su familia a través de las redes sociales.
Asimismo, admitió que tuvo problemas de adicción, que desde los 13 hasta los 18 años estuvo en un reformatorio juvenil de Chile y que vivía en la calle. “Todo esto me ha traído consecuencias en mi vida y ahora es un momento de cambiar y tener un mejor tratamiento”, agregó.
Fuente: El Pitazo.
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