Con sketch de más de 60 años de permanencia sobre las tablas, su puesta en escena a oscuras y utilizando el simple truco llamado black box, continúa cautivando al público
Con teatros llenos y públicos “muertos” de risa, el Teatro Negro de Praga continúa transcendiendo en el tiempo, bajo un impacto visual que juega con la imaginación de los presentes, trasportándolos a su infancia.
Con sketch de más de 60 años de permanencia sobre las tablas, su puesta en escena a oscuras y utilizando el simple truco llamado black box, logrando en la obscuridad un alucinante juego de las luces y las sombras, este espectáculo sigue enalteciendo su nombre.
“Nuestra puesta en escena sigue logrando que se sigan llenando los teatros y haciendo que los espectadores sean muy felices. Tenemos sketch que han sido ejecutados durante mucho tiempo y ver que después de 60 años sigue funcionando, es increíble”, explicó Alexander Barrera, jefe de producción del espectáculo durante una entrevista con La Verdad.
Tras un retorno exitoso con su más reciente gira, la magia se seguirá multiplicando de la mano del Teatro Negro de Praga. Donde el escenario cobra vida y cada objeto y personaje juega un rol protagónico.
Durante su visita a Maracaibo, los presentes que asistieron al teatro de Bellas Artes “nunca supieron si lo vivieron… o lo soñaron”.
“Siempre nos emocionamos mucho por el recibimiento del público. El Teatro Negro de Praga tiene mucho espíritu y pienso que eso es lo que hace que a la gente aún la disfrute”, comentó el director de la obra, Jiri Srnec.
Fue en 1961 cuando esta compañía inició su recorrido por el mundo, convirtiéndose actualmente en uno de los grupos teatrales más icónicos a nivel mundial.
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