Si la vieja política insiste en su errado accionar de no respetar la meritocracia, instalando a sus “operadores políticos”, Venezuela se apagará y más rápido todavía, porque no hay margen para el ensayo y error
Nuestra Maracaibo querida está bajo su mayor calamidad eléctrica con casi 130 años de historia eléctrica, esta catástrofe empezó desde octubre 2017, cuando la generación de las plantas locales se vino abajo, pero gracias a la opacidad y los factores cíclicos de la demanda, no afloró hasta que entramos en el período de menor demanda de diciembre a marzo. Y por qué afloró porque lo que medio sostenía el parapeto eléctrico del Zulia se desplomó, que era su Transmisión, la cual pasó de ser una tacita de oro a una de barro por el abuso de sus límites y negligencia en mantenimiento.
Desde la Navidad de 2017, llegaron al Zulia dos “niños” uno de ellos gobernador que dijo tener “una llave perfecta para el Zulia”, junto con el Ministro. Desde entonces los hechos indican que abrió el candado que dejó en pleno libertinaje a los apagones, no sólo para el Zulia sino para los estados andinos y llaneros. La causa raíz es el accionar erróneo del régimen en materia eléctrica, no sólo a nivel regional, el cual es un tema nacional, sino que es un cáncer eléctrico que amenaza con avanzar hacia el centro y occidente, en los últimos 136 días y de los cuales el Zulia, sólo puede mostrar 40 MW.
Mis investigaciones revelan una medida anti-integracionista continental, para instalar chatarra en la S/E Cuatricentenario traída desde S/E Planta Centro (equipos de 1970s), y se está eliminando la interconexión internacional con Colombia. Un fallido proceso llamado “Bolivariano” ahora ejecuta la medida más anti-bolivariana de la historia energética de integración regional, un error estratégico que aislará aún más a la ciudad de Maracaibo, una especie de cuasi isla eléctrica sitiada por apagones por todas partes.
Sin ética profesional, sin conocimiento, sin honradez extrema, Venezuela no saldrá de este calvario. Si la vieja política insiste en su errado accionar de no respetar la meritocracia, instalando a sus “operadores políticos”, Venezuela se apagará y más rápido todavía, porque no hay margen para el ensayo y error. Los que trajeron a la revolución y han prolongado su estadía no son la solución, son el problemón. ¡Manos a la obra que sí se puede!