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Las universidades autónomas nacionales siempre han tenido dificultades para que el Gobierno venezolano acepte su rol en la realización de los sueños y esperanzas de la gente que aspira ascender socialmente y quieren un país lo más cercano posible al ideal de las economías emergentes que avanzan de manera arrolladora hacia su conversión en Estados modernos.
En el contexto de crisis actual y de cerco a su autonomía, la universidad ha disminuido su potencial expansivo de la clase media profesional que, sin empleo, naufraga sin garantía de mejoría en la calidad de vida de la familia. El reto actual es dar un vuelco a la situación favoreciendo la formación como emprendedores de ese capital humano para que realice la transición de empleado a empresario.
En este sentido, la complejidad del mundo de la globalización plantea innumerables desafíos que han llevado a que las naciones adopten medidas extraordinarias para la adecuación de las universidades a los nuevos escenarios que plantea el mundo contemporáneo. Para que esto sea factible, Venezuela tiene que superar el modelo rentista y apostar al desarrollo de una ciencia y tecnología que tome en cuenta su entorno, sin perder de vista los problemas del mundo global que, directa o indirectamente, inciden en la sostenibilidad del desarrollo nacional.
Ese sueño tienen su concreción en la universidad moderna que mediante un nuevo enfoque estratégico rompa ataduras con lo convencional y se atreva a establecer innovaciones que tengan cabida en los espacios de la vida nacional pero incidan de manera directa en la capacitación del capital humano universitario para enfrentar con éxito el reto del futuro. Es el repensar la universidad que he defendido en esta columna y materia pendiente en nuestras instituciones. Un problema cuya solución depende de la interacción universidad-comunidad-Gobierno para el apoyo financiero y un cambio de actitud ante el hecho, y del Gobierno hacia la universidad para liberarla de las ataduras que amenazan su existencia.
Este sábado 1 de octubre, la Universidad del Zulia conmemoró la fecha histórica de su reapertura. Con esta nueva fecha, el llamado es a la defensa de la autonomía universitaria para que no se pierda la esencia de los valores que permitieron desarrollar una institución que enfrentó la realidad guiada por líderes académicos que entendieron cuál era su misión y el rol de LUZ en la región zuliana. Espero que la sociedad civil entienda cuál es su posición en esta ecuación.