La Unión Europea (UE) confía en lograr avances “a largo plazo” en materia de derechos humanos a través de su relación con Venezuela y Cuba, destacaron expertos del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE)
“Tenemos una visión a largo plazo”, indicó el jefe de la División para América del Sur del SEAE, Adrianus Koetsenruijter, durante un debate sobre la situación de los derechos humanos y el Estado de derecho en esos dos países, celebrado en la Subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
Los eurodiputados abordaron un informe que prepara el académico de la University College London Par Engstrom, con vistas a elaborar un proyecto de resolución en la Eurocámara sobre Cuba y Venezuela.
Koetsenruijter aseguró que la “insistencia” de la UE en el capítulo de los derechos humanos en Venezuela “siempre ha sido preponderante”, un “tema constante”, y que “siempre insistimos en la liberación de los prisioneros políticos” en el país.
“Cada vez que podemos, intentamos insistir en ese tema, pero el resultado no es muy esperanzador”, comentó.
Actualmente, ante la crisis política y humanitaria en el país, la UE aplica a personalidades del Gobierno de Venezuela sanciones específicas y también un embargo de material que pueda utilizarse en la represión interna.
“No pensamos que sea necesaria una intervención militar, sería una solución cortoplacista”, indicó el funcionario del SEAE, quien hizo hincapié en que “tiene que haber un diálogo; es la única solución para ese país”.
Por su parte, la jefa de División para México, América Central y el Caribe del SEAE, Katja Afheldt, destacó el “proceso constructivo” iniciado con Cuba tras la consecución de su primer acuerdo bilateral de cooperación y del establecimiento de un diálogo sobre derechos humanos.
En cambio alertó de que, por el momento, en materia de derechos civiles y políticos Cuba “ha progresado muy poco” y “la situación sigue siendo difícil y bastante polémica”.
“Hay un largo camino por recorrer”, consideró.
El jefe de Unidad para América Latina y el Caribe de la Dirección General de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, Jorge de la Caballería, corroboró que con Cuba “trabajamos a largo plazo”, aunque destacó que ya “se ha generado confianza” y “hay buenas expectativas” a raíz de los intercambios de buenas prácticas en ámbitos como el comercio exterior o las inversiones.
Destacó, en particular, el trabajo con funcionarios cubanos en materia de energías renovables o agricultura sostenible, que son “fundamentales para la isla”.
El informe que está elaborando Engstrom, presentado por él mismo en la sesión, apunta a que los cambios “serán lentos y podrían ser reversibles” en Cuba.
Sobre Venezuela, Engstrom consideró que sufre una “polarización política profunda” y una “enorme emergencia humanitaria” que “podría empeorar”.
Según dijo, “para la UE, Cuba y Venezuela pueden considerarse países difíciles en derechos humanos e imperio de la ley” aunque ambos mantienen “rutas divergentes”, ya que el acercamiento a Cuba “contrasta” con las sanciones contra autoridades venezolanas.
El responsable de la sección para las Américas de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Carlos de la Torre, pidió a la UE “seguir presionando para que haya un diálogo político” en Venezuela y apoyar más “la diversidad de organizaciones civiles que buscan el cambio” en Cuba.
El eurodiputado socialista y presidente de la Delegación para la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, Ramón Jáuregui, subrayó que, con sus “observaciones”, el Parlamento Europeo no pretende “realizar injerencias políticas” sino expresar su “vocación de examen sobre el exterior”.
En cambio, el eurodiputado de Izquierda Unida Javier Couso cuestionó el informe debatido hoy y pidió “abordar los problemas desde el respeto” y la reciprocidad.