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Una comisión de la Policía Nacional Bolivariana se encontraba en labores de patrullaje por la avenida 102 del sector Pomona, parroquia Manuel Dagnino del municipio Maracaibo, cuando pasaron el antiguo cine Lido, avistaron en la oscuridad, del pasado viernes a las 10.30 de la noche, a tres hombres en actitud sospechosa, quienes al percatarse de la presencia policial, corrieron hacia el callejón La Coraza.
Los oficiales descendieron de la patrulla y comenzaron la persecución de los presuntos delincuentes, logrando la captura del primero a pocos metros de donde los avistaron. Los otros dos se enconcharon en la casa 18A-91. Los uniformados, al ingresar a la vivienda, cantaron la voz de alto para que salieran sin presión; Wenser Emiro Quintero Polanco (26), y Daniel Enrique Vicuña se resistieron y prefirieron dar lucha, asomaron las armas de fuego y dispararon contra la comisión, quienes lo repelieron.
El intercambio de balas se suscitó dentro de la casa. Los vecinos de la comunidad se despertaron con las detonaciones y las voces de mando de los oficiales, no salieron a averiguar por miedo a recibir una bala perdida. Pasaron los minutos, y uno de los efectivos logró atinar a los hampones. Cayeron al suelo y dieron la oportunidad a los oficiales de asegurar la zona y aprehenderlos, heridos por impactos de balas, los montaron en la patrulla y los trasladaron hasta el Hospital Central Dr. Urquinaona, para estabilizarlos y luego detenerlos, no lograron llegar con vida. Del tercer infortunado se desconoce la identidad.
Habla la familia
El sol del mediodía creaba sombras sobre la casa de los Quintero, estaba abierta, dentro y fuera aguardaban con letargo los familiares de la víctima. La conmoción era tan grande que no había espacio para derramar lágrimas. Se reunieron todos en el comedor de la vivienda, mientras recordaban con la vista baja y desmotivados, al joven.
Gladys Polanco, madre del infortunado, comentó con la vista perdida, lo sucedido esa noche. “Aquí estaba mi hijo, su amigo y mi mamá. A eso de las 10.00 de la noche los policías entraron por la puerta de atrás, la forzaron, sacaron a mi hijo del cuarto y lo mataron frente a su abuela”.
Comentó Polanco que su hijo les dijo que tenían que sacarlos muertos porque no se iban a entregar. “Mami me llamó llorando y me dijo que se habían metido los policías, le habían dado un golpe en la cabeza con un tubo y le dispararon”. Los cuartos estaban desordenados metro a metro. La mujer dijo que los oficiales tiraron toda la ropa al suelo y se llevaron las joyas y bisutería, así como la comida que tenía guardada la señora de avanzada edad.
Una tía del infortunado, quien prefirió no revelar su identidad, comentó que los cadáveres los montaron en una unidad policiaca y los dejaron tirados frente al mercado Corito, en el sector Los Haticos de la parroquia Cristo de Aranza.
Problemas entre funcionarios
Wenser Quintero perteneció a las filas de la Policía Nacional Bolivariana. Desde hace un año estaba suspendido por problemas internos con el cuerpo. Un funcionario le había robado el teléfono a una de sus sobrinas. Luego de recuperar el equipo dio parte a sus superiores, quienes aprehendieron al otro oficial por unos días. A raíz de la situación, ha habido diferentes problemas entre el PNB y el exfuncionario, comentó la familia.
Al oficial se le presentó la oportunidad para liquidar a Quintero en la pasada Feria de La Chinita. Un uniformado de la Policía regional controló la situación. Ese día juró vengarse y acabar con su vida, contó Polanco. Las descripciones físicas dadas por la abuela de Quintero, testigo del hecho, concordaron con las dadas por el infortunado a su madre el día de las fiestas patronales.