Testigos
A orillas de la carretera encontraron el cadáver de Nerguiz Nervis Noriega Noriega, de 33 años. Cerca del cuerpo y entre las ramas, los oficiales hallaron casquillos de una escopeta. La víctima yacía boca arriba, con las piernas flexionadas y el brazo derecho extendido hacia el asfalto.
Entre los curiosos comentaban que al “Nerguito” lo corretearon dos desconocidos en una motocicleta roja; lo persiguieron unos 100 metros, este cruzó la calle del sector Caño Muerto, parroquia Urribarrí del municipio Colón, hacia el río Chama para refugiarse entre unas matas de plátanos. Pero uno de los motorizados lo derribó con un tiro de escopeta. Se acercó con su cómplice y lo remató.
El occiso pasó algunas horas a la vista de todos. Llegó su familia y posteriormente los funcionarios de la Policía científica. Tomaron fotografías de las heridas de la víctima, recogieron algunos casquillos de la calle y entrevistaron a los vecinos. Todos coincidieron en que la víctima se dedicaba al hurto de plátanos en las zonas cercanas, creen que lo asesinaron por ese delito.
Remigio Noriega, padre del “Nerguito”, declaró al diario Frontera Digital que ya estaba resignado debido a los malos pasos en los que andaba su hijo. Esperaba la mala noticia en cualquier momento. Pero igual le sorprendía la forma cómo lo mataron.
A los homicidas nadie pudo reconocerlos. Los detectives se inclinan a la venganza y al ajuste de cuentas como principales móviles. Debido al prontuario y a los comentarios que hacían los Noriega y la comunidad.