La nueva AN rescatará para el pueblo sus primerísimas competencias como es la de legislar y velar por una sana administración del presupuesto de la nación
Nos aproximamos a la oportunidad esperada por más del 80 por ciento de los venezolanos. Diciembre ha sido en la vida político-electoral del país el mes de los cambios. Esta vez una rebelión cívica en el ejercicio del voto provocará el tan anhelado cambio en la Asamblea Nacional. Un pueblo humillado y cansado de sufrir hará uso del voto como la única arma que posee para desalojar del poder precisamente en este mes de diciembre, a un ala de la dictadura política que hemos vivido al igual como ocurrió entre diciembre y enero de 1958 con la caída del dictador de turno.
A partir del día 6-D, aires de libertad soplarán para los presos políticos en especial Antonio Ledezma y Leopoldo López, cuando a partir de enero la nueva Asamblea Nacional legislará para provocar mediante la aplicación de una ley para la liberación de estos patriotas, héroes de la nueva resistencia. Los desvelos y angustias originados por la reclusión de sus esposos, llegarán a su fin para Mitzi Capriles de Ledezma y Lilian Tintori, esposas de ambos líderes, así como a los familiares del resto de los presos del gobierno de Nicolás Maduro, a favor de quienes no han existido garantías para la aplicación de una justicia expedita e imparcial. Mitzi y Lilian han dado una contundente muestra del valor y determinación de la mujer venezolana, tal como igualmente lo fue durante la dictadura de Pérez Jiménez.
Estos regímenes solo producen violaciones de los DDHH y como contrapartida el surgimiento de hombres valientes que se plantean su desafío, como es el caso de Antonio y Leopoldo. La nueva Asamblea Nacional rescatará para el pueblo sus primerísimas competencias como es la de legislar y velar por una sana administración del presupuesto de la nación. Esas dos exclusivas facultades fueron entregadas por la camarilla enquistada en la actual AN para que la ignorancia y la megalomanía de quien se ha considerado investido de una formación que no tiene, que solo ha sido útil para que el pueblo pudiera conocer en mano de quien ha estado la suerte de la República. El 6-D es la hora del pase de factura. Vamos a votar.