La advertencia la hizo Roberto Ampuero, ministro de Relaciones Exteriores chileno, quien añadió que los países con vocación democrática comenzarán a reaccionar ante la necesidad de adecuar “las estrategias de condena”
Nicolás Maduro, presidente de la República, asumirá en enero lo que muchos países del orbe consideran un cuestionado segundo mandato, por lo se espera una reacción de la comunidad internacional para condenar lo que consideran una dictadura.
“Hay países que están pensando romper las relaciones con Venezuela”, mientras que otros están pensando suspender visas “de los familiares de la cúspide para que no se desplacen alegremente por el mundo mientras los venezolanos sufren una de las peores tragedias” registradas en la región, indicó Roberto Ampuero, ministro de Relaciones Exteriores chileno.
“Tengo la impresión de que va a aumentar la presión de países con claras demandas de tipo democráticas. (…) Tengo la impresión, también de que en Europa va a seguir aumentando esta percepción y esto debe ir acompañado de otras medidas”, detalló el jefe de la diplomacia chilena al Nuevo Herald.
Los países con vocación democrática comenzarán a reaccionar ante la necesidad de adecuar “las estrategias de condena y de presión sobre el régimen de Venezuela, según las circunstancias que se vayan dando” aseguró Ampuero.
Pero enfatizó que el proceso de incrementar la presión sobre el régimen debe al mismo tiempo ser respetuoso de la diversidad de medidas que serán tomadas. “No hay una receta única. Cada país debe saber cómo expresa su crítica frente al régimen de Venezuela y los efectos sobre la región”.
Los países latinoamericanos que conforman el denominado Grupo de Lima llegaron a la conclusión de que en Venezuela rige una dictadura que no respeta los derechos humanos.
La crisis venezolana pasó convertirse en una crisis regional en la medida que millones de habitantes del país petrolero comienzan a trasladarse a los países vecinos para escapar la violencia y las condiciones de hambruna que enfrentan. “Esta es la migración más grande que ha tenido en América Latina; esto es una cosa gravísima”.
A Chile ya llegaron 200 mil venezolanos, mientras que Perú tiene 600 mil, Ecuador otros 400 mil y Colombia está en vías de llegar a los dos millones.