El ataque al sargento segundo, adscrito al Cuerpo de Bomberos en Maracaibo, ocurrió el pasado miércoles cuando descansaba en una habitación en la residencia de su madre, en la calle Los Coleadores del sector 19 de Abril
Los detectives de la Policía científica asumen como una venganza el asesinato de Érick José Parra Inciarte (34). Detrás del crimen estaría David Alejandro Nava Silva, alias el “Cunaguaro”, y su hermano. Acusaban al rescatista de compartir información sobre el modus operandi de las bandas delictivas de Santa Rita con los cuerpos de seguridad, adelantó un funcionario.
El ataque al sargento segundo, adscrito al Cuerpo de Bomberos en Maracaibo, ocurrió el pasado miércoles cuando descansaba en una habitación en la residencia de su madre, en la calle Los Coleadores del sector 19 de Abril. Tenía recién tres horas de haber llegado de su trabajo, cuando fue sorprendido por sus verdugos. Aunque intentó mediar, le dispararon unas 15 veces, a la vista de su esposa y dos hijos.
El oficial recordó que el “Cunaguaro” es líder de una banda dedicada al sicariato, extorsión y cobro de vacuna en la Costa Oriental del Lago. Es uno de los delincuentes más buscados en Zulia. Se caracteriza por sanguinario y sin piedad.
Clamor
Desde la morgue del Hospital General de Cabimas, los Parra lamentaron el homicidio del rescatista. Lo lloraban con desesperación y preguntaban a Dios el porqué de tanta injusticia. Desconocían el porqué lo mataron. Alegaron que era honesto, sin ningún tipo de problema, al contrario, ayudaba al que pudiera, “porque siempre pensaba en el bienestar de todos”.
Compañeros de labores que llegaron a la morgue lo calificaron como intachable, entregado a su labor y amante de su familia. Aún estaban incrédulos ante su homicidio. “Personas como él, hay muy pocas, es una lástima que la delincuencia acaba con la gente buena”, manifestó un amigo, quien prefirió no identificarse.