Tres funcionarios de la Polisur participaron, presuntamente, en el asesinato de los hermanos Néstor José (38) y Mario Alberto (44) Bravo Vera, a quienes tirotearon el 21 de agosto durante la reinauguración de una tasca en la calle 116C del barrio Andrés Eloy Blanco, parroquia Cristo de Aranza
Tres funcionarios de la Polisur participaron, presuntamente, en el asesinato de los hermanos Néstor José (38) y Mario Alberto (44) Bravo Vera, a quienes tirotearon el 21 de agosto durante la reinauguración de una tasca en la calle 116C del barrio Andrés Eloy Blanco, parroquia Cristo de Aranza.
La Policía científica investigaba el caso como una venganza. La familiares insistieron de que sus parientes no tenían enemigos y los “obligaron” a indagar a profundidad. Mantienen la hipótesis de una riña en el establecimiento, aunque los testigos sostienen que los tres policías dispararon por gusto en contra de los presentes.
“Los policías visitaban con frecuencia el establecimiento, a uno de ellos lo conocían como Bravo. Tuvieron un problema con alguien adentro y se fueron a las manos. Su compañero disparó al aire para alejar a los presentes pero se quedó sin balas. En eso la turba de gente trató de caerle a golpes al polisur y sacó otra pistola”, comentó un investigador.
Los hermanos, hasta ahora, son víctimas colaterales de los polisur, quienes “al ver que estaban muertos huyeron del lugar a toda prisa”.
Los Bravo se desangraron en la vía pública. Su sangre quedó esparcida por la carretera y las paredes frontales del establecimiento. Se necesitaron litros de agua para limpiar las manchas.
Néstor trabajaba en PDVSA para mantener a sus dos hijas, mientras que Mario fungía como obrero y dejó dos niños pequeños, explicó Omar Bravo, uno de los hermanos de las víctimas, quien en todo momento defendió la reputación de sus parientes.
diciembre 8, 2024
