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Un promedio de 26 días puede permanecer el virus del Zika en el semen de un hombre infectado, aun cuando no presente síntomas. La información fue confirmada a través de un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud en el volumen 95, número 12, del boletín de diciembre.
El virus Zika, que pertenece al género flavivirus, es transmitido principalmente por mosquitos Aedes en áreas endémicas, pero el virus también se puede transferir de persona a persona vía encuentro después de tener contacto sexual oral, vaginal o anal con parejas infectadas.
Entre febrero de 2016 y mayo de 2017 se realizó un estudio para monitorear las cargas virales del Zika en el semen de viajeros belgas, quienes regresaron de las Américas durante la epidemia de 2016, con infección confirmada por el virus.
Fueron reclutados 11 hombres sintomáticos y se confirmó la infección por muestreo sanguíneo. Los participantes tomaron muestras de semen semanalmente, en la clínica o en casa. Se monitorearon las cargas de ácido ribonucleico (ARN) del virus del Zika en el semen hasta obtener dos resultados negativos.
Entre los hallazgos más importantes se detectó el ARN del virus en nueve de los 15 participantes, uno de los cuales fue vasectomizado. Se concluyó que los hombres infectados, incluso si se practicaron la vasectomía, deben tomar medidas, como el uso de condón para la prevención de la transmisión sexual del virus.
Además de esta investigación, se realizaron otros sondeos en Puerto Rico y la Guayana Francesa, donde se determinó que el más largo intervalo documentado entre el comienzo de los síntomas y la transmisión sexual es de 44 días, y que la diseminación viral en el semen puede suceder más allá de 188 días después del contagio. Los autores concluyeron que el promedio de la persistencia del ARN en el semen fue de 26 días, aunque los intervalos entre la detección y el muestreo de seguimiento fueron irregulares y amplios.
También en la lactancia
En junio de este año, un equipo de investigación conformado por 20 jóvenes estudiantes de medicina de la UCLA, de la Universidad Experimental Francisco de Miranda y cinco bachilleres en espera del cupo, publicó un estudio que comprueba que el Zika se transmite también durante la lactancia.
El grupo de investigadores, llamado La Incubadora Venezolana de la Ciencia, expuso el trabajo: El Virus Zika: Avances Biológicos, Clínicos y Eco-epidemiológicos desde la Perspectiva de la Epidemia en Venezuela y su Impacto en la Salud Pública, donde “se describen las secuencias genómicas completas de cepas idénticas de ZIKV transmitidas horizontalmente de una madre a su hijo a través de la lactancia materna”.
El estudio se realizó “a pesar de la censura de los datos epidemiológicos y subestimación en el número de pacientes afectados, se estima que durante ese período se produjeron al menos medio millón de casos, durante el brote epidémico que abarcó desde mediados del 2015 hasta mediados del 2016”.
Una esperanza
Por otro lado se abre una luz al final del túnel. La vacuna experimental contra el Zika fue bien tolerada y estimuló la respuesta protectora del sistema inmune en tres ensayos clínicos en fase uno, uno de los cuales se realizó en la Universidad de Saint Louis, en Estados Unidos. Más del 90 % de los voluntarios del estudio demostraron una respuesta inmune al virus del Zika.
Ante este primer éxito, la investigadora principal del ensayo, Sarah George, de la Universidad de Saint Louis, aseguró que “me complace ver que nuestro trabajo ayuda a avanzar hacia una vacuna contra el Zika, porque la necesitamos para proteger a las personas de esta enfermedad infecciosa emergente que puede causar microcefalia y otros defectos cerebrales graves en los bebés”.
La enfermedad
La infección por el virus del Zika en humanos puede causar una enfermedad leve caracterizada por erupción cutánea, fiebre, artralgia y conjuntivitis. Sin embargo, desde su introducción en las Américas en 2015, se descubrió que la enfermedad causa anormalidades cerebrales congénitas, microcefalia y síndrome de Guillain-Barré.
CIFRA
8 % de las embarazadas que se contagió de Zika durante el primer trimestre de gestación tuvo un bebé con defectos congénitos