Este régimen está acabando con el país. La irresponsabilidad de Chávez y de sus colaboradores más inmediatos es bestial. En más de 10 años de gobierno no se invirtió en el sector eléctrico, a pesar de que se sabía de atender como prioridad nacional a este sector para evitar su colapso
El artículo que a continuación expongo fue publicado el 8 de noviembre de 2009; es decir, casi se cumplen 10 años de su publicación en el diario La Verdad, en páginas web como: Verdades y Rumores, Diario Contraste. Noti-América, entre otras.
(Inicio del artículo) Aquella canción que popularizó el “Jibarito de Lares”, Odilio González, en la década de los años 70, que dice: “Yo tenía una luz, que a mí me alumbraba y venía la brisa, zuás, y me la apagaba”; mostraba la realidad de casi toda América Latina en la dificultad de poder contar con un servicio eléctrico eficiente. Venezuela, para la época, era una excepción, ya que contaba con una central hidroeléctrica moderna y de avanzada tecnología, El Guri, entre muchas otras, que garantizaban el servicio eléctrico a todo el país; cuestión que permitió el desarrollo social y económico de toda la sociedad venezolana.
Hoy en día la realidad ha cambiado. Venezuela está en un constante retroceso en áreas vitales para su crecimiento integral, como es el caso de la precariedad del servicio eléctrico nacional. Los apagones son generalizados en todo el país y afecta enormemente el carácter productivo estratégico, no solo en la industria petrolera, sino también a todo el sector privado de la economía.
Este régimen está acabando con el país. La irresponsabilidad de Chávez y de sus colaboradores más inmediatos es bestial. En más de 10 años de gobierno no se invirtió en el sector eléctrico, a pesar de que se sabía de atender como prioridad nacional a este sector para evitar su colapso.
El rechazo al régimen está in crescendo, es muy difícil que Chávez convenza a esas alturas a los venezolanos de que los apagones son culpa: del imperio yanqui, de la Cuarta República, de los ricos y oligarcas, y mucho más cuando el pueblo venezolano observa con recelo y desdén cómo se invierten millones de dólares en Bolivia, Nicaragua y otros países chulos para resolver en ellos los problemas que presentan con la energía eléctrica, mientras que en nuestro país hay un deterioro estructural preocupante; hasta Haití, que es uno de los países más pobres del continente, está en mejores condiciones que nosotros en referencia al servicio eléctrico; y qué decir de Cuba, que gracias al dinero de los venezolanos ha mejorado un mundo al respecto, para resolver los problemas de nuestro país solo hay una esperanza: salir de Chávez y de su camarilla corrupta. (Fin del artículo)
Como usted estimado lector, puede observar la realidad siniestra que vivimos los venezolanos y más los zulianos, producto de la ausencia casi que total del servicio eléctrico nacional, llegará a la conclusión que el engendro heredero continuó con el desastre que su predecesor inició de manera integral y estos 20 años transcurridos son, sin ninguna duda, los peores de toda nuestra vida republicana donde se hizo posible a través del comunismo ejecutado, la construcción de una sociedad donde brilla en su esplendor dinámico: el hambre, la miseria y la muerte.