Desde la Secretaría de la Universidad del Zulia, realizamos votos por cada uno de los miembros de esta comunidad académica y por todos los universitarios venezolanos
El título de una de las obras literarias del genio Charles Dickens se convierte hoy en una premisa para los venezolanos y en especial para los universitarios que nos encontramos en renovación espiritual para celebrar la natividad del Niño Jesús con auténtico gozo en nuestros corazones, a pesar de las distintas dificultades que nos ha tocado enfrentar durante este año 2015.
Si bien es cierto que nuestra Universidad del Zulia ha tenido un año intenso y remó contra corriente, no es menos cierto que la convicción de los universitarios se ha fortalecido ante cada prueba que nos ha tocado enfrentar.
En estos tiempos de reflexión, encuentro y paz, está a prueba el optimismo y la esperanza de todos los universitarios y por supuesto de todos los venezolanos que apostamos por la ciencia, la academia y la cultura como las vías más idóneas para consolidar el desarrollo del país y la superación de la crisis.
Desde la Secretaría de la Universidad del Zulia, realizamos votos por cada uno de los miembros de esta comunidad académica y por todos los universitarios venezolanos, los que se encuentran dentro y fuera del país, trabajando por el desarrollo de las nuevas generaciones de estudiantes.
Oramos por las familias venezolanas para que esta época de redención brinde la oportunidad de reencuentro entre hermanos, padres e hijos.
No hay distancia más larga que la impuesta por la barrera de la intolerancia, la indiferencia o apatía. Los hijos de esta tierra tenemos la capacidad de salir adelante ante innumerables dificultades y así será.
Que estas fechas nos permitan reencontrarnos con el venezolano inteligente, solidario, optimista y “buena gente” que llevamos dentro y que cultivemos grandes esperanzas para cada familia y para la universidad. Feliz Navidad y próspero 2016. Que la luz de la Navidad nos alumbre siempre.