viernes, mayo 10, 2024
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La ambigüedad del socialismo, caso cubano

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En un “post” de una red social leí lo siguiente: “Ciertos intelectuales afirman que Cuba es un país como otro cualquiera, incluso mejor que muchos, “gracias a los logros de la revolución”, donde si no se vive mejor, si hay problemas, si la gente pasa penurias, es “por culpa del bloqueo”. Yo  opiné de esta forma: Lo ambiguo del caso cubano es que habiendo un gobierno inspirado en un sistema (socialismo-comunismo) que -se suponía- acabaría con las clases sociales; en vez, ha generado dos niveles de sociedad que representan a los extremos históricos respecto al manejo de la cosa pública o política. Esta ambigüedad la construyó el advenimiento de un patriarcado tiránico, donde el nepotismo alcanzado llega al punto de una dinastía monárquica que desprecia y omite totalmente la responsabilidad de proveer de bienestar y felicidad a su pueblo.

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Digamos que el régimen déspota que han desarrollado los Castro y sus adláteres, ha generado dos niveles sociales totalmente antagónicos y asimétricos. Sea, dos índoles diferentes que son: la primera (antagonismo) entre lo que supuestamente quiere el socialismo, acabar con la pobreza y con ello las clases sociales. Pues bien, han creado dos que emulan al esclavismo del imperio romano. Patricios y plebeyos, los que gobiernan con infinitos privilegios y, los que obedecen (la plebe) sin privilegios. Segunda índole (asimetría) pocos privilegiados: La nomenclatura y muchos desposeídos de privilegios, los camarada de a pie. Disminución de la producción con responsabilidad en manos de pocos, que gobiernan, elevación o aumento de la pobreza, donde el mejor reparto que se hace es la miseria. Hanna Arendt critica esta situación política observada en la revolución francesa en su obra: Los orígenes del totalitarismo y, mucho más antes, Platón en La república o el Estado libros 8-9.

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 En otras palabras, el reparto equitativo de las riquezas quedó inmerso en un proceso fascista mediocre, pero bien organizado al cual últimamente le llaman coyuntura. Empero, solapado de democracia es: Nazismo sin el nacionalismo de Hitler y, lo que abunda es escasez de todo rubro de consumo básico, por tanto hambre y miseria, de lo cual eluden responsabilidades, culpando a otros, ej.: al bloqueo, al imperio, del caos que generan. ¡Sin ir muy lejos, por ahí vamos en Venezuela!

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