La misión del general Padrino

Una reflexión final para el general Padrino: "Las instituciones siempre deben estar por encima de los hombres, y a los amigos se acompañan hasta el cementerio"

De conformidad con la Gaceta Oficial No. 40.941 del 11/7/2016 que contiene el decreto 2.367, se designa al actual Ministro de la Defensa para que asuma el comando del abastecimiento agroalimentario, al igual que para encargarse de la producción y distribución de fármacos y productos para la higiene personal y aseo del hogar. Una misión muy distinta a la responsabilidad  esencial de la Fuerza Armada Nacional de planificar, ejecutar y controlar las operaciones militares requeridas para asegurar la defensa de la nación y cooperar en el mantenimiento del orden interno.

Una cosa es colaborar con el desarrollo nacional como nos corresponde a todos, y otra diferente es que el ministro de la Defensa asuma las competencias que le corresponden a los ministros de Agricultura y Tierras, o al novedoso de Agricultura Urbana, al de Alimentación, al de Pesca y Acuicultura o al de Industria y Comercio, y otros Despachos, que deberían atender estos asuntos, que de acuerdo a este decreto no lo han hecho o lo han hecho mal, y sin embargo, ni eliminan esos ministerios, ni destituyen a esos ministros, los someten a las órdenes militares

Por otra parte, las materias que le asignan al general Padrino comprometen de manera evidente la responsabilidad de la Fuerza Armada Nacional en las consecuencias del fracaso de la política económica del Gobierno en momentos cuando resolver esos problemas manteniendo las políticas que los causaron, sin un cambio a fondo, es una misión imposible, que compromete también la consideración que hasta ahora ha tenido el general Padrino como un buen oficial de la Fuerza Armada Nacional. Le entregan ese paquete producto del fracaso, a quien tiene además la responsabilidad de tratar de preservar la imagen de la Fuerza Armada Nacional.

Y esa decisión la toma el Gobierno nacional cuando las políticas que prefirieron las importaciones antes que a la producción nacional, aliadas con el despilfarro y la corrupción, acabaron con los recursos que le ingresaron al país durante la bonanza petrolera  más larga que hemos tenido en la historia, y han dejado a la nación con una producción interna muy deteriorada, y sin dólares para importar comida, medicamentos y otros insumos.

Y una reflexión final para el general Padrino: Las instituciones siempre deben estar por encima de los hombres, y a los amigos se acompañan hasta el cementerio.

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