Roban cinco días seguidos la escuela 23 de Enero

Con las uu00f1as trabajan las maestras de la escuela bu00e1sica 23 de enero. (Foto: Josu00e9 Gil)

Docentes piden a las autoridades regionales seguridad para la institución. Los antisociales robaron ventanas, marcos, ventiladores, material didáctico y metros de cable eléctrico

Calor, oscuridad y olor intenso a orina soportan cada día los niños que asisten a clases en la escuela básica 23 de Enero, ubicada en el sector 18 de Octubre, del municipio Maracaibo. Desde el lunes 9 de enero el hampa visita en las noches la institución y de forma progresiva sustrajeron los bienes donados por la Gobernación del estado Zulia. 

Yasmely Fernández, docente y representante, relató que en el primer asalto se llevaron “casi todo” el cableado eléctrico del módulo central donde funcionan las oficinas administrativas y los salones de computación. En el transcurso de la semana atacaron cinco salones. Sacaron las ventanas corredizas de aluminio, y en los días siguientes los marcos de las ventanas, robaron los tomacorrientes y los encendedores. 

La semana del 16 al 20 de enero, las incursiones de los delincuentes continuaron. Desconectaron los ventiladores de techo, cortaron los cables de dos brequeras que daban electricidad al grupo de salones y de dos en dos se llevaron las lámparas con los bombillos “que servían”. En las paredes se evidenciaron marcas negras de dedos y los aparatos maltratados.

Vandalismo 

Los docentes convocaron a una asamblea con los cuerpos de seguridad del estado a fin de concretar medidas de resguardo para el plantel. Los padres manifestaron descontento, ya que sus hijos deben pasar seis horas sin agua potable, soportando calor y conteniendo las ganas de ir al baño porque la bomba fue sustraída el año pasado. 

A pesar de las conversaciones, las invasiones persistieron la semana del 23 de enero. María Fuenmayor, docente de quinto grado, aseguró que esta vez hubo vandalismo. Los “malandros” regresaron por el material didáctico, quebraron en el suelo los bombillos que no encendían y, con desagrado, encontró las guías de estudio embarradas con heces fecales. Se percataron de que desconectaron los tres ventiladores y dos lámparas restantes, presumen que para llevárselos en fin de semana.  

Retrasos

Los infantes de cuarto, quinto y sexto grado en los turnos de la mañana y la tarde sudan, se fastidian, se cansan con facilidad en las clases, además tienen problemas para ver la pizarra y copiar las lecciones en sus cuadernos. Fernández aseguró que al menos 10 de los 35 que asisten a su clase tienen problemas visuales y debe escribir con letras mayúsculas para que todos puedan ver las letras. “Estamos desesperadas porque los niños y nosotros la estamos pasando mal por tantos robos. No se pueden dar clases con tanto calor y para los niños de la tarde es peor”.  

Yolanda Barrios, afirmó que su hijo de sexto grado se desmayó la semana pasada producto del calor. Presentó vómitos y mareos, no pudo ir a clases por dos días. Como parte de la comisión de padres y representantes buscan soluciones, como conseguir donaciones y juntar dinero para poner los cables y buscar lámparas, pero tienen miedo de que los ladrones se lleven todo de nuevo. 

Mantiene el llamado a las autoridades para garantizar la seguridad y la integridad física de las instituciones educativas. “Seguridad es lo único que pedimos porque nuestros hijos tienen derecho a estudiar bajo condiciones decentes”.

 

580 alumnos asisten a clases en los turnos matutino y vespertino.

 

Yeisly Roa (43), representante. “Tenemos que enviarle hasta el agua a los niños porque los malandros dejaron la escuela sin nada. Necesitamos que la Gobernación o la Alcaldía pongan seguridad y limpien el monte”. 

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