“El seguro de nosotros es de 150 mil bolívares y eso cubre apenas dos horas en la clínica”, asegura Noris Nava, analista de facturación de la Corporación Eléctrica Nacional. Sus compañeros cerraron ayer Haticos, a la altura de la planta Ramón Laguna en otra manifestación para exigir la firma de su contrato colectivo vencido hace seis años
“El seguro de nosotros es de 150 mil bolívares y eso cubre apenas dos horas en la clínica”, asegura Noris Nava, analista de facturación de la Corporación Eléctrica Nacional. Sus compañeros cerraron ayer Haticos, a la altura de la planta Ramón Laguna en otra manifestación para exigir la firma de su contrato colectivo vencido hace seis años.
Las mujeres hicieron frente en la actividad que llamaron “pantaletazo”. Con máscaras de cartulina y ropa interior rota por encima de su vestimenta, sostenían pancartas y vociferaban consignas. “Lo llamamos pantaletazo porque nuestro poder adquisitivo es nulo. Tenemos años que no podemos comprar ni zapatos ni siquiera una pantaleta”, reitera la trabajadora.
Su salario es de 14 mil bolívares mensuales y solo en el pago del seguro funerario se gasta la mitad de su quincena. Su cargo la posiciona en el nivel siete de un tabulador de 12 escalas y clama por una convención digna ajustada a la nueva realidad del país. “Lo que gano ni siquiera es salario mínimo, queremos que nos firmen el contrato. Ni siquiera estamos exigiendo un sueldo exagerado, si lo hacen, quedaríamos en el sueldo mínimo. Tenemos seis años luchando por eso y no nos prestan atención. ¿Por qué se niegan?”.
Trino García, coordinador de reclamos del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Industria Eléctrica Similares y Conexos del Estado Zulia (Sutiescez), critica que el personal de limpieza gane lo mismo que los profesionales de la compañía. “Estamos llegando a un punto en el que es un tema social, más que reivindicativo, porque ya estamos viviendo la desidia de ni poder contar con una atención médica de calidad”.
Nueve días sin luz
Vecinos del bloque 10 y 11 de la urbanización Zapara I están a oscuras desde el martes 23 a las 2.00 de la tarde. A pesar de las numerosas llamadas y visitas de Corpoelec, no han logrado resolver el inconveniente que empezó con el racionamiento sorpresa de la semana pasada. El diagnóstico de la estatal eléctrica es la avería de un transformador. “Hacemos un llamado para que nos ayuden. Estar sin luz con este calor que hace no es fácil. Nosotros no tenemos a donde ir, lamentablemente”, solicita Harold González, habitante del sector.
diciembre 7, 2024
