Llegar
Cuando un régimen se encuentra en situación de desespero porque está consciente que no goza del respaldo de las grandes mayorías, y es considerado como el único y exclusivo responsable de la dramática crisis que viven sus nacionales, es fácil advertirlo por las medidas de todo orden que pone en práctica, especialmente en momentos cuando se enfrenta al escrutinio del pueblo en unas elecciones, como es el caso de las parlamentarias que se realizarán en Venezuela el próximo 6-D.
Negar la observación de organismos internacionales como la ONU, la OEA y la UE, con demostrada capacidad y experticia en la materia electoral en todos los países del mundo democrático en los últimos 30 años, y llegar al extremo de condicionar la presencia de la Unasur poniendo en peligro la visita de esta instancia, es demostración de la desilusión y desaliento que embarga a las cúpulas corruptas y malversadoras del régimen ante lo irreversible.
La puesta en práctica de medidas económicas como son la imposición de unas ganancias máximas a importadores y productores nacionales, que en nada se compadecen con la realidad que viven los sectores comerciales y productivos del país, pero dirigidas a tratar de implantar una especie de nuevo “Dakazo” como aquel previo a las elecciones municipales de 2014, para engañar al electorado y que solo van a causar más escasez y mayor inflación, es demostración evidente de desesperación
La reciente denuncia del presidente Maduro en torno a la violación del espacio aéreo venezolano por parte de un avión de los EEUU, realizada 48 horas después de haberse sucedido el presunto hecho, sin detallar matrícula de la nave, ni ofrecer fotografías de la misma que debieron ser captadas por los dos satélites chinos en el espacio, el Miranda y el Simón Bolívar, es demostración palmaria de una estrategia desesperada por activar la vena nacionalista de los venezolanos, que ya no caen en este tipo de manipulación porque ya conocemos el carácter fraudulento de este tipo de denuncias.
Y qué manifestación más incuestionable de desespero, que la descontrolada alocución de Maduro en el oriente del país, donde pretendió meterle miedo al país al afirmar que como sea van a ganar las elecciones; porque es la única garantía de la paz en el país, y amenazando con desconocer la voluntad popular conformando un gobierno paralelo con el mismo pueblo que lo derrote en las urnas. Es de locos.